por Edmundo
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16 de enero de 2021
¿Qué es la propiocepción? Podemos definir la propiocepción como el sistema de nuestro cuerpo que involucra tanto el sistema nervioso central como el sistema músculo tendinoso y tiene la función de adaptar nuestro cuerpo a las diferentes variables del movimiento, ya sea movimientos cotidianos de la vida diaria como movimientos específicos de algún deporte. Regula la dirección y el rango del movimiento y permite las reacciones reflejas automáticas, tiene participación en el esquema espacio temporal de los movimientos del cuerpo, también participa en la coordinación y equilibrio del cuerpo. ¿Cómo me ayuda en el basketball? Si bien la propiocepción es un lenguaje normalmente utilizado por fisioterapeutas o expertos en rehabilitación de lesiones, podríamos y debemos tenerla presente siempre en la práctica deportiva ya que, si de cierta manera trabajamos este sistema, podemos reducir riesgo de lesiones en nuestros jugadores ya que estamos preparando sus cuerpos a movimientos y reacciones del mismo cuerpo que no son cotidianas. El basketball se ha convertido en un deporte tan veloz, que los cuerpos de los jugadores están expuestos a movimientos que se realizan en fracciones de segundo, además de cargas externas, por tal motivo la propiocepción toma una relevancia importante en la planificación del entrenamiento. A través del entrenamiento propioceptivo el jugador puede aprender a sacar ventaja de los mecanismos reflejos, mejorando los estímulos facilitadores que aumentan el rendimiento y disminuyendo las inhibiciones que lo reducen. El entrenamiento propioceptivo se puede ocupar en todas las etapas de planificación del entrenamiento ya que se puede adaptar desde la pretemporada, hasta la fase competitiva de nuestra planificación. El entrenamiento propioceptivo debe de seguir los principios básicos del entrenamiento que son: la especificidad, la sobrecarga, la individualidad y la recuperación. El entrenamiento propioceptivo debe de ser progresivo, no podemos iniciar con ejercicios con alto grado de dificultad si no se ha trabajado la base de ese ejercicio, esto es debido a que la propiocepción toma en cuenta tantos factores como son: la postura, el equilibrio, la coordinación, la estabilidad y por lo tanto, debemos de tener cuidado en la planificación y progresión de los ejercicios, para que el objetivo de este entrenamiento se cubra sin ningún inconveniente. Los ejercicios de propiocepción pueden ser tan sencillos como el solo hecho de mantener el equilibrio en un pie, y tan complejos como mantener el equilibrio sobre una superficie inestable con los ojos cerrados. Algunos materiales con los cuales se puede realizar el entrenamiento propioceptivo son: ligas de resistencia, bosu, rodillos de espuma de alta densidad, fitball, dyn air, arena, mancuernas, por mencionar algunos. Para diseñar ejercicios podemos trabajar diferentes posiciones corporales (tumbado, sentado, de pie) así como diferentes ángulos articulares de trabajo, y diferentes ángulos de aplicaciones de las cargas. Por la gran maleabilidad que puede tener el diseño del entrenamiento propioceptivo nos permite generar infinidad de ejercicios en búsqueda del objetivo que tengamos planeado. Siempre tendrá beneficios como los siguientes: • Estimular el sistema propioceptivo mejora la conciencia cinestésica; • Mejora las sensaciones de posición y grados de tensión y ajustes necesarios en función de las circunstancias; • Mejora la fuerza a nivel estructural y neurológico; • Aumenta la capacidad de absorción de fuerzas a nivel articular y musculo tendinoso; • Mejora la estabilidad-seguridad de forma consciente. Si incluimos ejercicios propioceptivos en nuestra planificación lograremos que nuestros jugadores estén mejor preparados.